Adaptados a la forma de vida moderna, los Bálsamos Sonoros^® permiten reconectarse con este formidable poder transformador del sonido para acelerar nuestro desarrollo físico, emocional y espiritual. Disponibles en línea, permiten a todos, simplemente escuchándolos, experimentar una cura vibratoria única y profunda, que favorece el retorno a la armonía y la apertura de la conciencia.

Se trata de secuencias de audio de duración variable, compuestas únicamente de vibraciones vocales y de respiración: la voz es pura, omnipresente, sin ningún instrumento. El sonido, producido con la boca cerrada, se despliega entorno de una nota fundamental y una paleta de armónicos, modulados gracias al trabajo de la lengua. El silencio que sigue al sonido, porque lleva su rastro vibratorio, es un componente esencial del bálsamo: experimentar este silencio interior nos pone automáticamente en contacto con nuestra naturaleza más profunda. En el transcurso de la escucha, durante una semana o más, se producen procesos de armonización que favorecen un cambio de frecuencia.

Los Bálsamos Sonoros® modifican su frecuencia vibratoria, operando donde sea necesario e incluso más allá, con una precisión casi quirúrgica.

UNA GAMA DE CURAS VIBRATORIAS

La gama de TNSO se compone a la vez de bálsamos simples (unos 10 min.) y de bálsamos combinados (unos 30 min.), y es renovada continuamente con nuevas creaciones. La dimensión terapéutica de los bálsamos se basa principalmente en la intención, el sonido siempre sigue a la intención que le precede: es proyectado, por lo tanto, hacia la zona del cuerpo deseada, a través de un punto de entrada percibido por visualización (el ombligo, por ejemplo, para la zona del vientre). Las vibraciones emitidas actuarán entonces, capa tras capa, desde el plano más denso (estructural, tisular) hasta el plano más sutil (memoria celular), así como sobre los fluidos corporales y el agua del cuerpo, para disolver lo denso, aligerar lo pesado, abrir lo cerrado, relajar lo contraído, conectar lo desconectado, unificar lo fragmentado, poner en movimiento lo que está fijo, limpiar lo que está sucio, purificar lo impuro...     Si bien se apunta a una zona específica, la acción del Bálsamo Sonoro^® puede extenderse a otros espacios corporales, operando tanto a nivel físico como a nivel psíquico, emocional y espiritual. Un Bálsamo Sonoro^® puede así ser diseñado para cada zona del cuerpo, cada órgano, cada glándula endocrina, cada chacra, pero también para el ADN, la sangre, ambos hemisferios cerebrales... El campo de investigación es infinito. Los testimonios de los primeros usuarios son concluyentes y la marca TNSO ya ha ampliado rápidamente su gama con nuevos bálsamos. También se propone la creación de bálsamos a medida, adaptados a las necesidades de cada uno.

Los Bálsamos Sonoros® son una ventana abierta hacia un nuevo universo de curas, basadas en la vibración vocal, al servicio de la conciencia y el despertar.

Los Bálsamos Sonoros^® ponen así el extraordinario poder del sonido y de la voz al servicio de la transformación positiva del ser: una transformación en la que cada persona es dueña de su propia evolución y progresa a su propio ritmo, en completa autonomía. Simples de usar y poderosos en sus efectos, los Bálsamos Sonoros^® funcionan como un diapasón, afinando el cuerpo/instrumento siguiendo los principios universales. Y cuando el cuerpo está bien afinado, vibra a una altura completamente diferente: el Ser puede entonces tocar su partitura, sin una sola nota en falso, ocupar plenamente su lugar en el mundo, y brillar en el seno de la Gran Orquesta Universal. Es entonces todo el concierto el que cambiará.  

VIBRAR: EXPERIMENTAR NUESTRA NATURALEZA VIBRATORIA FUNDAMENTAL

En el cruce de conceptos científicos y de tradiciones espirituales, la vibración es un término que adquiere su pleno significado en el campo de la experiencia humana. La ciencia ha demostrado la naturaleza vibratoria del universo; las tradiciones espirituales nos enseñan, a través del uso de la vibración, cómo lograr la iluminación. Vibrar: es el término más comúnmente utilizado para describir el estado que experimentamos cuando temblamos de placer. Un estado delicioso que sentimos cuando escuchamos una música que nos emociona, cuando meditamos, cuando creamos, cuando amamos, cuando experimentamos lo sagrado, o cuando sentimos una profunda conexión con ciertas personas o lugares. En esos precisos momentos, nuestro corazón se abre; nuestra “materia vibratoria“ cobra vida y se expande, como si nuestras células estuvieran centelleando de alegría y comenzaran una danza interior: vibramos, intensa o ligeramente, pero vibramos.

En otras palabras: experimentamos la naturaleza vibratoria fundamental que es la nuestra, en su frecuencia más elevada.

El sonido trasciende los límites del lenguaje, de la cultura, de las creencias y del tiempo. Y despierta en cada uno de nosotros esta parte de la universalidad para conectarnos a aquello que es “más grande que nosotros“ y revelarnos nuestra perfección original.